Como parte de su proceso de innovación, las organizaciones suelen detectar actividades que no generan valor dentro de sus procesos, lo cual las lleva a analizar también su estructura organizacional. Con este análisis puedes obtener la respuesta al porqué tu empresa no puede expandirse o cómo frenar malos resultados y mejorar la productividad mientras reduces costos.
Antes de entrar en detalle, reflexionemos sobre el núcleo de las empresas: la estructura organizacional. En ella se concentran la responsabilidad y posibilidad ya sea de entorpecer o de lograr los objetivos más importantes de la compañía (por ejemplo: crecimiento a futuro o aumento en la producción). De modo que si queremos seguir el segundo camino, cualquier planeación o estrategia que se contemple debe estar alineada a la estructura correcta para lograrlos.
Entrando más a detalle, la estructura organizacional se refiere al orden jerárquico en el que se define el reparto interno de roles en la empresa; un marco general donde se establecen las funciones que cumple la institución, constituyéndose como la base para fijar procedimientos y rutinas en el trabajo diario.
Cabe destacar que organigrama y estructura organizacional son dos factores clave relacionados, pero no iguales (organigrama es la representación gráfica y esquemática que muestra las áreas que integran una organización y sus relaciones).
Retomando el tema principal: entre los beneficios más tangibles de la reestructuración organizacional se encuentran el incremento en productividad, optimización de procesos operativos, reducción del costo de personal, gestión por resultados, alineación estratégica, incremento en nivel de servicio, entre otros.
Detectar áreas de oportunidad o desviaciones dentro de tus procesos es un foco rojo importante para implementar una reestructuración organizacional.
Objetivos principales en una reestructuración organizacional:
1. Alinear la estructura con los lineamientos estratégicos
Una reestructuración organizacional también es necesaria en panoramas más favorables. Por ejemplo, cuando la empresa se expande, abre nuevas plantas, aumenta su línea de productos o adquiere otras empresas. Este método en forma de rediseño, ayuda a gestionar al nuevo personal y fomenta la productividad en las jerarquías ya existentes. Existen casos donde la organización de la empresa debe cambiar para seguir una nueva estrategia y requiere únicamente un reacomodo de áreas dentro del corporativo.
Transforma tu operación implementando esta práctica en tu organización. Obtendrás un panorama más claro de lo que tu empresa necesita para alcanzar el alto desempeño y conseguir mejores resultados.
Consigue una ventaja competitiva por medio de la reestructuración organizacional.